El RD RAEE no contempla la obligación de organizar un servicio de recogida a domicilio.

A diferencia de lo que sucede con los embalajes, las lámparas son bienes duraderos (esto es, su vida útil es más larga) y su volumen dentro de las casas es mucho menor. La recogida a domicilio de las lámparas fuera de uso no resulta ni eficaz ni eficiente ni desde el punto de vista ecológico (ya que resulta en un mayor número de emisiones de CO2) ni desde el económico, por implicar un gasto mayor para los municipios y los minoristas/distribución.