Respuesta a la pregunta “¿Qué sucede con las lámparas que se han recogido?”

Una vez que las lámparas llegan a los puntos de recogida designados, se llevan a las instalaciones de reciclaje contratadas. Para garantizar un tratamiento justo e igualitario, AMBILAMP ha abierto un concurso para la contratación de sus proveedores de servicios de reciclaje mediante un contrato de nivel de servicio (esto es, se ha invitado a las empresas a que participen en el concurso; se solicita a los posibles proveedores que presenten sus propuestas, y una vez adoptada la decisión final se formaliza el acuerdo).

Las actividades de reciclaje se controlan con regularidad sobre la base de una serie de criterios de evaluación de los proveedores previamente determinados y comunicados, así como de diversas normas de comportamiento e indicadores clave de rendimiento establecidas por AMBILAMP. Los resultados de estas evaluaciones se comunican y se revisan con las empresas contratadas. En caso de que fuera necesario, se deciden e implementan acciones correctivas.

 

Respuesta a la pregunta “¿Cómo se realiza el reciclaje?”

Dentro del ámbito de aplicación de la Directiva RAEE, existen dos técnicas principales para el tratamiento de las lámparas. AMBILAMP utiliza ambas técnicas, la primera es la de “corte final”, y se emplea para los tubos fluorescentes. Se trata de un proceso mediante el cual se extraen los dos extremos de la lámpara antes de separar los materiales y procesarlos en productos de gran pureza. La otra técnica se conoce como “trituración” (comprensión y criba) y se emplea en todos los tipos de lámparas que son RAEE. La trituradora muele todo el producto, y más adelante los demás ingredientes se separan y se procesan.

 

Respuesta a la pregunta “¿Cuáles son las aplicaciones de las materias primas que se recuperan?”

Las materias primas obtenidas pueden emplearse para diversas aplicaciones.

En vista de los esfuerzos llevados a cabo por los distintos sectores para reducir las cantidades de mercurio que se emplean en la Unión Europea –incluidos los fabricantes de lámparas y las industrias del cloro–, cada vez es mayor la cantidad de mercurio de “segunda mano” que hay en el mercado que se exporta fuera de la Unión Europea.

Habida cuenta del riesgo que supone la existencia de cantidades importantes de mercurio que salen de la Unión Europea sin ningún tipo de control, el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea emitieron en diciembre de 2008 un reglamento (EC) No 1102/2008 que prohíbe a los Estados miembro exportar mercurio y las mezclas de este con otras sustancias fuera de la Unión a partir del 15 de marzo 2011.

La norma recomienda la destrucción del mercurio sobrante mediante métodos seguros, como la solidificación previa al almacenamiento a largo plazo.

Las plantas de reciclaje contratadas por AMBILAMP recuperan los siguientes materiales de los residuos de las lámparas, que se emplean para los usos que se especifican a continuación:

  •     Cristal para su uso en frasquería, cerámicas y asfaltos
  •     Metal para su uso en la industria siderúrgica en la fabricación de otros materiales metálicos
  •     Plástico para su uso por los múltiples recicladores de este material.

 

Respuesta a la pregunta “En lugar de reciclar las lámparas, ¿podrían reutilizarse?”

Las lámparas que han llegado al final de su vida útil no pueden reutilizarse como aparatos emisores de luz; solo se pueden utilizar para otros aparatos las partes que se recuperen de estas.