Cada SIG establece la tasa correspondiente, que deberá ser suficiente para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones financieras y operativas y garantizar su sostenibilidad. El modelo para el cálculo de las tasas tiene en cuenta principalmente dos cuestiones:
El mercado
- Ventas históricas sobre la base de la media de la vida útil de los productos.
- Ventas supuestas durante el periodo de tratamiento (año en curso) en el que se financian las operaciones del SIG.
Los costes
- Costes de recogida totales.
- Costes de reciclaje totales.
- Costes totales de inversión y comercialización.
- Gastos generales totales.